SEGÚN EL MINISTERIO DE SALUD
El Ministerio de Salud de la Provincia lanzó una serie de recomendaciones de cuándo asistir a un centro de salud ante el aumento de enfermedades respiratorias.
Con el comienzo del frío y la pronta llegada del invierno, el Ministerio de Salud lanzó una serie de recomendaciones sobre cuándo asistir a un centro de salud ante el aumento de enfermedades respiratorias. Según la entidad oficial de salud de La Provincia, los virus respiratorios afectan principalmente a niños y niñas menores de cuatro años. Los oídos, nariz y garganta, donde también se pueden ver afectados los pulmones, son los órganos más afectados por el virus respiratorio provocadas por las Infecciones Respiratorias Agudas Bajas (IRAB).
En este sentido, el virus se transmite persona a persona al toser o al estornudar, aunque también pueden transmitirse por el contacto con superficie. De esta manera, el Ministerio de Salud brindó una serie de medidas de prevención y expresó ante qué síntomas hay que recurrir a un centro de salud.
Según las indicaciones del Ministerio de Salud de la Provincia, es importante recurrir a un establecimiento sanitario cuando:
- Respiración rápida con silbidos o ronquidos.
- Fiebre continua de 38º o más.
- Presencia de tos y mocos.
- Falta de apetito.
- Dificultad para consumir líquidos o amamantarse.
- Cansancio o decaimiento corporal.
- Persistente dolor de cabeza o garganta.
La vacuna antigripal: ¿quiénes deben aplicársela?
Según el organismo de salud, la vacuna antigripal estará disponible de manera gratuita para los siguientes grupos etáreos:
- Niños y niñas entre los 6 y 24 meses.
- Personas gestantes.
- Puérperas.
- Mayores de 65 años.
- Personas de 2 a 64 años que presenten factores de riesgo.
Cabe destacar que se puede aplicar junto a las dosis del Calendario Nacional y las Vacunas contra el COVID-19.
¿Qué medidas de prevención hay que tener en cuenta?
El Ministerio de Salud de la Provincia propuso una serie de medidas de prevención para combatir la circulación de virus respiratorios como lavarse periódicamente las manos, cubrir boca y nariz con el pliegue del codo al toser o estornudar, evitar el contacto o reuniones con personas con síntomas respiratorios o al presentarlos, mantener una buena ventilación de los ambientes, y tener al día los esquemas de vacunación, entre otros.