Muchas veces, la mayoría de nosotros, hacemos un culto de no molestar, mientras que otros, una minoría, o no, ya no sé, viven molestando de distintas maneras. Una de esas formas es la imprudencia en el manejo y la falta de respeto hacia los demás.
Desde que se está mejorando y ampliando el Acceso Sur, el Acceso Sanmartin, al cual ahora podríamos llamar Autovía Sur o Autopista Sanmartin, con el cantero que separa ambas manos, la imprudencia se hizo un lugar en muchos automovilistas mercedinos.
Dejando de lado que visualmente cambia para bien los arreglos que se están realizando ya que no se nota tanto la contaminación visual de la cantidad de autos, motos, camionetas, micros, camiones que circulan en el lugar, la ampliación y mejora del mismo, valga la redundancia, mejora la seguridad para circular.
Quienes no mejoran son una enorme, pero enorme cantidad de mercedinos que circulan con sus vehículos por el Acceso. Esta mejora y ampliación, reitero, logró que esos vecinos mercedinos, circulen por esa vía a velocidades superiores a las permitidas. Y menos mal que se está trabajando en el cantero separador sino se cruzarían de mano con tal de llegar más rápido a su destino.
Estos arreglos, necesarios ellos, sobre el Acceso para brindar más seguridad, están brindando a los vecinos y a una gran mayoría de quienes transitan por el lugar, la inseguridad de manejarse por allí serpenteando con la imprudencia e irresponsabilidad de otros que no respetan las velocidades permitidas y transformaron el lugar en una Autovía o Autopista. A eso sumado, el uso del celular mientras manejan.
Se ha transformado un Acceso en casi una pista de un autódromo, en una selva de rapidez. Una selva donde no sobrevive el más apto sino que lo hace el más rápido. Aunque sería mejor, mucho mejor, que la rapidez no supere a la prudencia. Pero creo que es mucho pedir. Es lo que hay.