Por Andrea Fabiana Dematey
Hace unos días fue el Día del Periodista y desde ese día los recuerdos y momentos fluyen. Recordé la primera vez que me saludaron por ese día. Ya hace 35 años, en 1990. Y de ahí un montón de situaciones, sueños, pensamientos vinieron a mí. Ahí inició todo, cuando empecé a caminar los senderos del periodismo.
Fue en ese momento que el periodismo me eligió y yo lo elegí a él. También nos conectamos en la vida. Apareció de la nada y se quedó, nos acompañamos uno al lado del otro, así, tomados de la mano. Nos transformamos en una vocación que, siendo jóvenes, ya era inquebrantable.
Mi primera casa fue el Diario La Hora. Allí descubrí cómo se escribe una noticia, cómo se escucha una historia, miles de historias. Amor incondicional al escuchar, amor incondicional al ser periodista, a ejercer.
Todo era distinto, redacciones ruidosas, ir en busca de la noticia, no esperarla, sin elementos digitales, libreta, lapicera, grabadora y muchas ganas. Eso era todo. Y el fax. Lo más tecnológico del momento.
Así pasaron los años y nunca nos abandonamos. Ni cuando La Hora cerró. A pesar de perder un hogar – literalmente un hogar- donde mis hijos crecieron y jugaban mientras me veían trabajar, pero cuando se cierra una puerta, otra se abre. Marcó el comienzo de una nueva etapa que modificó la forma de informarse de los mercedinos.
Nació Actualidad de Mercedes, 2005, ya 20 años. Y ese nacimiento una nueva forma de narrar la realidad con una voz propia, más joven, muchas veces solitaria, otras veces acompañada.
Actualidad fue, y sigue siendo, una apuesta por la cercanía, por la verdad y por una forma de periodismo que no se rinde.
Este Día del Periodista no es mío solamente. Es de cada persona que confió en mí para contar su historia. Es de cada colega con quien compartí madrugadas de cierre, entrevistas improvisadas y la eterna búsqueda de un título que diga mucho sin decir demasiado. Y, sobre todo, es de quienes siguen leyendo, escuchando, preguntando.
Y mi recuerdo a un gran colega, a un mentor, a un periodista apasionado, a una mejor persona. Miguel Ángel Demergasso, amigo y valioso colaborador del Diario La Hora que dejó una huella imborrable en el corazón y en las páginas de ese medio que tanto quiso. Un periodista comprometido con la verdad y el servicio a la comunidad, un ser humano generoso, apasionado y siempre dispuesto a compartir una sonrisa o una palabra oportuna. Un privilegio cada momento trabajado junto a él.
También es el día de un equipo que hoy conforma Actualidad de Mercedes, con quienes comparto no solo las jornadas de trabajo, sino también la pasión por informar con responsabilidad, empatía y compromiso. Sin ellos, este medio no tendría el pulso ni la identidad que lo define.
Hoy, a 35 años de ese hermoso comienzo está incorporada una nueva generación que tomó mi amor, nuestro amor, como propio. Mi hija Lara a cargo de la redacción y diagramación y mi hijo Franco en el área legal. Otro sueño cumplido, una verdadera empresa familiar como lo fui planificando, como lo fui ideando y moldeando.
De cara al futuro, deseo que Actualidad de Mercedes siga creciendo como espacio colectivo, abierto al debate, a las nuevas voces y al aprendizaje constante. Que podamos seguir ampliando horizontes, no solo desde lo profesional, sino también en lo humano.
Que el periodismo que siempre hicimos y hoy hacemos con nuevas herramientas digitales, tecnológicas, redes sociales, minuto a minuto, segundo a segundo, no deje de transformarnos, para bien, como personas y como comunidad.
Porque mientras tengamos historias para contar, seguiremos escribiendo. Porque él y yo, nos seguimos eligiendo, todos los días.